Situado entre dos enormes rocas del monte Parnaso, el santuario panhelénico de Delfos estaba dedicado a Apolo, dios de la luz, el conocimiento y la armonía. Las pruebas de la importancia del lugar se remontan al periodo micénico (1600-1100 a.C.).

Sin embargo, el desarrollo del santuario y el oráculo comenzó durante el siglo VIII y, en el siglo VI, su influencia política y religiosa creció significativamente en toda Grecia.

Los griegos consideraban este lugar el ombligo de la Tierra: según el mito, Zeus soltó dos águilas desde los confines del mundo para encontrar su centro, y las aves sagradas se reunieron en Delfos.

En la actualidad, el yacimiento es uno de los sitios arqueológicos más importantes del país y atrae a un gran número de visitantes cada año.

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Guía de Delfos (Grecia)

Mitología de Delfos

Mucho antes de que Delfos fuera declarada el ombligo de la Tierra, y según el mito popular, un día Apolo abandonó el Olimpo para destruir a Pitón, una serpiente monstruosa que custodiaba el santuario de la diosa Tierra.

Este mito puede entenderse simbólicamente como la eliminación de todos los instintos antiguos y primitivos por la luz de la conciencia y la razón humanas. Tras el asesinato, Apolo se exilió para poder purificarse, para después regresar a Delfos disfrazado de delfín, al frente de un barco lleno de marineros cretenses.

Más tarde, aquellos marineros construyeron un templo en honor de Apolo, convirtiéndose en sus sacerdotes. De este modo, Apolo se ha pronunciado protector del lugar, mientras que Zeus arrojó una enorme piedra justo en el lugar donde fue asesinada Pitón.

Historia de Delfos

La influencia que tuvo el santuario de Delfos en todo el mundo antiguo fue inmensa. Prueba de ello son las diversas ofrendas de reyes, dinastías, ciudades-estado e importantes personajes históricos que ofrecían valiosos regalos al santuario, con la esperanza de que éstos obtuvieran el favor del dios.

La influencia del santuario llegó incluso hasta Bactriana, tras las conquistas de Alejandro en Asia. El saqueo de Delfos por el emperador romano Nerón y por Constantino y el transporte de botines desde allí a Roma y Constantinopla extendieron aún más su influencia artística.

Antes de tomar cualquier decisión política importante, los griegos solían solicitar la consulta del Oráculo, mientras que era costumbre que no se fundara ninguna colonia en torno al Mediterráneo sin el consentimiento del santuario.

Durante más de un milenio, Delfos estuvo indisolublemente ligada al destino de toda Grecia, hasta que el ascenso del cristianismo silenció a Pitia para siempre. En el año 394 d.C., el emperador Teodosio I prohibió todos los cultos y santuarios paganos del imperio.

Arqueología de Delfos

El yacimiento fue excavado brevemente por primera vez en 1880 por Bernard Haussoullier por encargo de la Escuela Francesa de Atenas. La mayor parte de las ruinas que sobreviven en la actualidad datan del periodo más intenso de actividad en el yacimiento, en el siglo VI a.C.

Entre ellos se encuentra el templo de Apolo, el teatro, el estadio, el santuario de Atenea Pronaia con el Tholos, el manantial de Kastalia y varios tesoros. El museo arqueológico del lugar también contiene numerosos artefactos griegos significativos procedentes de las excavaciones de la zona.

Antes de entrar en Delfos, había que lavarse en las aguas del manantial sagrado de Castalia, para purificarse antes de buscar el oráculo. Al acercarse al santuario, se ve el temenos de Atenea Pronaia, que significa literalmente Atenea ante el templo de Apolo.

Dentro de los límites de este santuario se encuentra el famoso tholos de Delfos, una obra maestra de la arquitectura griega antigua del siglo IV a.C. Este tipo de estructuras circulares también se ven en Olimpia y Epidauro, y solían estar dedicadas al culto de héroes o deidades ctónicas.

Subiendo por la colina, la Vía Sagrada conducía al monumental templo de Apolo, la construcción más importante de la zona. Se trataba de un templo dórico, terminado en el año 330 a.C., durante el reinado de Alejandro Magno, y fue el último de una sucesión de seis templos construidos en el lugar en honor a Apolo.

En el adintón del templo, una sala cerrada en la parte trasera, Pythia, la sacerdotisa-oráculo de Apolo, solía sentarse sobre un trípode. Para prepararse para la comunión con el dios, primero tomaba un baño, masticaba hojas de laurel e inhalaba humo que probablemente se producía quemando ciertas potentes plantas alucinógenas junto con metano.

Así, podía pronunciar sus profecías en estado de trance, mientras los sacerdotes trataban de interpretar sus dudosos mensajes, que sólo se pronunciaban durante el verano, la primavera y el otoño, ya que se creía que durante el invierno Apolo emigraba al norte de Europa, donde pasaba una temporada con la legendaria tribu de los hiperbóreos.

Alrededor del templo principal se erigieron varias tesorerías, edificios que albergaban las ofrendas votivas de cada ciudad-estado al santuario. Las tesorerías de los sifnios y de los atenienses eran las más destacadas.

El tesoro de Sifnia era también la estructura más antigua de la Grecia continental construida íntegramente en mármol, y tenía un pórtico sostenido no por columnas sino por estatuas de Corai, como el Erecteión de la Acrópolis ateniense. Los atenienses construyeron su propio tesoro tras su victoria en Maratón en el 490 a.C. contra las fuerzas invasoras persas.

En la parte superior de la colina se erigió en el año 400 a.C. el teatro de Delfos, con capacidad para unos 5.000 espectadores y todos los elementos arquitectónicos típicos de los teatros de la Grecia Clásica Tardía, donde también se celebraban las competiciones musicales y dramáticas de los Juegos Píticos.

Encima del teatro, un camino conduce al estadio, donde se celebraban las pruebas atléticas de los Juegos Píticos. El estadio adquirió su forma definitiva durante el siglo V a.C. y tenía capacidad para 7000 espectadores.

Por último, el museo de Delfos conserva y exhibe esculturas, estatuas y otros artefactos importantes, como el auriga de Delfos, una de las mejores estatuas de bronce jamás realizadas en Grecia.

Cómo llegar al yacimiento arqueológico de Delfos desde Atenas

Se puede llegar fácilmente a Delfos desde Atenas en coche, autobús (ktel) o con una visita guiada. El trayecto hasta Delfos dura unas 2 horas y 15 minutos.

Si decide ir a Delfos en autobús (ktel), puede consultar los horarios aquí. El trayecto dura unas 3 horas.

Por último, para mayor tranquilidad, puede reservar una excursión guiada desde Atenas.

Hay muchas excursiones organizadas de un día que van a Delfos. Recomiendo esta excursión guiada de 10 horas a Delfos.

Entradas y horarios del yacimiento arqueológico de Delfos

Entradas:

Completo : €12, Reducido : 6 euros (incluye la entrada al yacimiento arqueológico y al museo).

Días de entrada gratuita:

6 de marzo

18 de abril

18 de mayo

El último fin de semana de septiembre

28 de octubre

Cada primer domingo del 1 de noviembre al 31 de marzo

Horario de apertura:

Verano:

Todos los días: 8.00-20.00 (última entrada 19.40)

Museo: de miércoles a lunes, de 8.00 a 20.00 h. (última entrada a las 19.40 h.)

Martes 10.00-17.00 (Última entrada 16.40)

Horario de invierno por determinar.